Las próximas
semanas son cruciales para una reforma migratoria que se ve muy posible en el
2013. Dos datos auguran esto:
1. Hace
un año, muchos Republicanos estaban posicionándose para estar en contra de una
reforma migratoria. Ahora, al revés.
2. Hace
un año, los Demócratas hablaban poco sobre una reforma migratoria. Ahora, están
levantando la voz.
Aparte
de la actitud política, muchas organizaciones que abogan a favor de los
hispanos, los asiáticos y los derechos humanos están en plena campaña para
impulsar una reforma migratoria cuanto antes.
Varias
veces, el presidente Obama ha repetido la necesidad de una reforma migratoria.
Tanto Republicanos como Demócratas a nivel nacional han enfatizado la
importancia de integrar a los nuevos americanos – o sea, a los indocumentados
(algunos no tan nuevos como americanos [aceptando por este argumento el uso de
la palabra “americano” para referirse a un estadounidense]) - a la sociedad
estadounidense.
En la
conversación sobre la reforma migratoria, es fundamental priorizar la dignidad
de los seres humanos. Es inhumano reducir a los individuos a meros actores
económicos.
Ocho
puntos para una reforma migratoria son estos:
1.
Resolver el estatus de 11 millones de indocumentados. Criterios podrían incluir
el buen carácter moral y algo que demuestra buenas intenciones.
2.
Simplificar los procesos de inmigración. Una persona que puede entrar con
documentos no va a tentarse por el lado indocumentado.
3.
Actualizar el numero de visados para familiares y trabajadores conforme con las
necesidades económicas y societales. El problema: una lista ha llegado a tener
una espera de 23 años. Eso no es ni justo ni factible.
4.
Mejorar el sistema de visados de trabajadores con el fin de promover la
competitividad. Incluye un trato digno para todo nivel de trabajador.
5.
Establecer un sistema genuino de verificación en el empleo. Hay que exigir
responsabilidad tanto por parte de los empleadores como por parte de los
empleados.
6.
Tener fronteras que evitan la delincuencia y las amenazas pero que admiten el
flujo ordenado de personas, capitales y comercio. Ni cerradas ni abiertas, las
fronteras deben de ser inteligentes.
7.
Colaborar más de manera binacional e internacional.
8.
Integrar mejor a los nuevos inmigrantes.
Abogando
a favor de estos puntos y una reforma humanitaria, es importante la
terminología. America’s voice (La voz de América) ha hecho investigación en
este campo y recomienda un lenguaje que puede animar a los que buscan la
reforma migratoria y persuadir a los que aún están decidiendo si apoyar o no.
Por la sustancia que siempre ha aportado America’s voice, confío en transmitir
unos consejos suyos:
1. En
vez de usar inmigrantes “ilegales” o incluso “indocumentados”, mejor usar
“americanos nuevos” o “ciudadanos en potencia”
2. En
vez de hablar del “respeto hacia las leyes”, mejor hablar sobre “la libertad de
movimiento”
3. En
vez de discutir sobre “resolver un problema”, mejor proponer la importancia de
“crear un proceso”
Por
razones económicas y sociales, el país va camino a una reforma migratoria. Es importante seguir abogado con determinación y sabiduría. El próximo artículo tratará de maneras específicas de hacerlo como individuos y como comunidad. En el segundo mandato del presidente Barack Obama.
Nota
personal:
Esta
semana sale un libro digital con artículos míos en inglés. Se centra en la
inmigración y la necesidad de una reforma migratoria. Importantes en la
conversación son las historias de los individuos, las familias y las
comunidades que han tenido que ir cuesta arriba por culpa de un sistema
fallido.
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comentario, sugerencia o crítica a alvarez_mark2004@yahoo.com