“When I see your face there is not a thing that I would change.
Cause you’re amazing, just the way you are.”
(Cuando veo a tu cara, no hay nada que cambiaría.
Porque eres una maravilla, tal como eres.)
Bruno Mars (Peter Gene Hernandez)
La familia Juárez se mudó del norte de México a Utah cuando Belinda tenía nueve años y Carlos dos. Pero, los visados pronto se caducaron y otros papeles no estaban disponibles. Se quedaron indocumentados
Siete años más tarde mientras veía la televisión, Carlos hice una pregunta a Belinda sobre los Mexicanos viviendo en los Estados Unidos. Ella explicó su situación: “Nosotros somos personas limitadas, y muchas cosas buenas no están a nuestro alcance.”
Belinda aprendió esta lección en su primer trabajo – en un restaurante. Era eso o la limpieza. Otros trabajos por su estatus migratorio: imposibles.
Diariamente, Belinda se llevaba bien con todos. Hablaba bien el inglés con un pequeño acento, pero el pelo rubio y los ojos verdes hicieron que la gente adivinaba que era Europea. Cuando ella decía Mexicana, solía sorprender.
Aunque a Belinda le gustaba aprender, el instituto le resultó difícil: “Sueños y esperanzas eran puras palabras. Es complicado para gente como yo perdurar en buscar a nuestros sueños. Es más fácil dejar de intentar.” Un maestro le retó a Belinda no dejarse ir a la deriva. Acertado.
Belinda se hizo de si misma un gran ejemplo para su hermano Carlos: “Yo quiero hacer a todos ver que a pesar de la limitaciones, nosotros, los indocumentados, podemos conseguir el éxito.” Belinda sacó una puntuación de 4.0, la perfecta, en el último año del instituto.
Belinda declara, “Siempre he tenido que luchar contracorriente a causa del estatus migratorio. Me gustaría poder tener un trabajo y solicitar becas como los demás. Siendo hispana y mujer, habría tenido muchas oportunidades.” A pesar de los obstáculos, persistió y entró a la universidad.
Encontrar un trabajo puede ser complicado, pero Belinda tiene un plan: “Estoy preparándome para montar mi propio negocio. He observado a los dueños de negocios. Conozco los conceptos de las empresas y la importancia de planear. He asistido a los seminarios del Centro de Negocios Pete Suazo.”
Belinda conoce a si misma: “Me siento como un híbrido. No estoy ni de aquí ni de allá. Amo a la herencia de México, pero México ha dejado de ser mi casa. Mis intereses son Americanizados. Siempre soy la rara porque no soy como los demás. Eso es cierto con Americanos y con Mexicanos. Pero soy rara en un sentido bueno. Busco a otros híbridos.”
La metáfora del híbrido es útil. María es española y, hace veinte años, ella recibió un visado de estudiante. Estudió psicología y negocios en Brigham Young University. Obtuvo un visado de trabajo y consiguió empleo en psiquiatría, intervención durante crisis y cuidado de gente de tercera edad.
A pesar de tener estudios posgraduados, certificación profesional y extensos nexos con Utah, María nunca clasificó como residente permanente. Indocumentada desde 2005, María dice, “Yo vivo en una tormenta de preocupaciones.”
La preocupación es central en los estudios de Gaite, una ciudadana de Suiza que vive en Utah con un visado de intercambio. Hace unos años, Gaite vio un reportaje sobre los Americanos preocupados por el año 2012. Ella dice, “Los medios de comunicación nos dice que el mundo se ha vuelto loco. Esto se aplica al terrorismo, los cambios climáticos, la economía y el año 2012. Los medios asustan a la gente.”
Después de llegar en Utah, Gaite cambió su enfoque del año 2012 al asunto de la migración. Recuerda la historia de su familia. Su madre se mudó de Italia a Suiza y tuvo que adaptar al idioma francés. Su bisabuela iba a mudarse a Estados Unidos, pero canceló los planes cuando su esposo murió.
Cuando escuchó un poco de la historia de María, Gaite dijo, “No parece justo que no se presentara una oportunidad a una persona que aportaba para mejorar la economía y la sociedad de América.”
Belinda tiene una opinión clara sobre la reforma migratoria: “Las personas se han establecido aquí. No se puede mandarles de regreso a sus países. No somos objetos. No somos mercancía. Somos seres humanos.”
Aunque muchas personas quizás no aprecian sus oportunidades, Belinda está determinada de aprovechar de las suyas, limitadas como son. Persistirá y superará la adversidad.
Belinda tuvo una licencia de conducir hace unos años, pero rechaza la idea de tener la tarjeta de privilegio de conducir: “Yo preferiría ir en autobús que sacar una tarjeta de privilegio. No necesito una tarjeta ‘Estrella de David.’ La gente no conoce la historia. Nunca es bueno separar a la gente. ¿Qué es lo que nos hace diferente? ¿Papeles?”
Belinda habla sobre lo que significa ser un Americano. Menciona la libertad y la oportunidad. Dice, “Aunque las personas son diferentes, reina la aceptación.” Añade que la Estatua de la Libertad y la Constitución de Estados Unidos forman parte de los valores fundamentales que han definido la historia del país.
Rara, en un sentido bueno, una naturaleza híbrida siempre ha servido a América. ¡Que así sigue!
[Este artículo se publicó en inglés en Selective Echo y en español en Nuestro Mundo.
Los nombres se han cambiado para proteger las identidades.]
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