El
lunes 16 de junio, una persona llamó a “Sin Rodeos” y sugirió dos preguntas
para los congresistas que están bloqueando la reforma migratoria: (1) ¿Cuánto
dinero quieres para apoyar la reforma migratoria? (2) ¿Cuánto dinero estamos
pagando todos por no tener nada?
El
radioescucha comentó sobre la crisis humanitaria provocada por el fracaso de
una reforma migratoria, algo que se ve en la separación de familias, los niños
detenidos en la frontera sur de Estados Unidos, algunos problemas que ocurren
en el sistema de salud, etc. Había un toque de ironía en como hablaba; sin
embargo, las preguntas son excelentes, claras y sin rodeos.
¿Cuánto
dinero, u oportunidades, está perdiendo el país por no tener un sistema moderno
y fiable de inmigración? Algunos estudios han demostrado pérdidas de más de un
trillón de dólares durante los próximos veinte años. Un sinfín de economistas
han señalado lo poco compatible que es el sistema migratorio actual con una
economía dinámica que tiene proyección cada vez más internacional. Y eso
sin contabilizar los efectos negativos del sistema desfasado en los asuntos
comunitarios y humanitarios.
Si
cuesta tanto mantener el sistema desfasado de inmigración, parece lógico
preguntar a los que pueden efectuar cambios, los congresistas, cuanto quieren
para actuar—o quizás dejar de obstruir. Ni el radioescucha ni yo estamos
abogando a favor de los sobornos (a estas alturas de una política tan poco funcional, tal vez no sería mal idea…pero descartamos eso para ir conforme
con las leyes), pero el ejercicio de pensar en los cálculos no está nada mal.
La
sustancia de la reforma migratoria se sabe desde hace tiempo. Tiene que ver con
la seguridad fronteriza, la modernización del sistema, unas cuotas más altas en
algunas categorías de visados, un sistema mejorado de verificación en el empleo
y un tipo de legalización.
Repito
ocho puntos que he sugerido durante más de cinco años:
1.
Resolver el estatus de 11.7 millones de indocumentados.
2.
Simplificar los procesos de inmigración. Una persona que puede entrar con
documentos no va a tentarse por el lado indocumentado.
3.
Actualizar el numero de visados para familiares y trabajadores conforme con las
necesidades económicas y societales.
4.
Mejorar el sistema de visados de trabajadores con el fin de promover la
competitividad. Incluye un trato digno para todo nivel de trabajador.
5.
Establecer un sistema genuina de verificación en el empleo. Hace falta exigir
responsabilidad por parte del empleador y del empleado.
6.
Tener fronteras que evitan la delincuencia y las amenazas pero que admiten el
flujo ordenado de personas, capitales y comercio. Ni cerradas ni abiertas, las
fronteras deben de ser inteligentes.
7.
Colaborar más de manera binacional e internacional.
8.
Integrar mejor a los nuevos inmigrantes.
Se
podría decir perfectamente que no hay nada nuevo sobre la inmigración. La
sustancia ya se sabe. El problema es la política.
Las preguntas claras, sin rodeos, sirven para aclarar el asunto. El país necesita una
reforma migratoria por varias razones, quizás sobre todo por lo que nos está
costando a todos la inacción. Se estiman que hacen falta 20 voces en la Cámara
de Representantes para impulsar la reforma este año. Ningún representante de Utah, ni el demócrata, se ha
declarado a favor. Persuadir a los cuatro estar a favor equivaldría hacer veinte por
ciento del trabajo necesario para llegar a la meta. No estaría mal en un estado
que ni llega a uno por ciento de la población del país.
Los representantes y sus números sigue:
Rob
Bishop 202-225-0453
Jason
Chaffetz 202-225-7751
Jim
Matheson 202-225-3011
Chris
Stewart 202-225-9730
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