El Día de la Raza, me fui al centro para ver como se iba la limpieza de la ciudad. Sobre las nueve y media de la mañana empecé en la calle Rep de Argentina. Se estaba levantando los puestos como cualquier día, creado una ciudad dentro de la ciudad (fuera del Centro Histórico por supuesto). La eficacia y la organización de esa gente impresiona. Se pueden llamar a los vendedores ambulantes, pero también migrantes. Seguro que ambulan o migran en busca de oportunidades y el progreso.
Pasé por la Plaza de Garibaldi donde estaban reunidos algunos mariachis. Llegué al Palacio de Bellas Artes que lucía, como siempre, muy bonito. A esta altura de Lázaro Cárdenas, noté la policía: había una docena en cada esquina, muchos de los cuales apenas parecían mayor de edad. Algunos llevaban la banda "Operativo Centro Histórico. No se veían puestos de vendedores.
Anduve unas horas por el centro. Me impresionó como era de rápido pasar de Bellas Artes al Zócalo y como era de fácil ir por las calles donde antes habían tantos puestos y tantas personas en el camino. En vez de ir en una fila estrecha y serpentina, uno podía andar por las anchas en la acerca e incluso en la calle.
El Centro Histórico lucirá con los cambios. Como un cuadro recién limpio, se realzarán detalles poco notados durante mucho tiempo. La belleza (y la fealdad) de los edificios y las plazas se notará. Se conocerá más las tiendas que antes estaban casi escondidas. Yo descubrí varias librerías en la calle Donceles.
Sin embargo, se notará la ausencia (durante cuánto tiempo no sé) de la gente de los puestos y la gente que los buscaba. Esas personas aportaban una energía al centro que quizás les echará de menos.
Pues, uno no tenía que ir muy lejos para encontrarles. En Corregidora pasando Circunvalación y el límite del Centro Histórico, se podía topar con puestos callejeros y trabajadores sexuales en las puertas. Varias iglesias en esa zona estaban celebrando misa. Se veía gente buena y trabajadora.
En San Ildefonso, una persona hablaba acerca de torear con su puesto ambulante. Será interesante ver que pasa con la nueva política del gobierno. ¿Regresarán o no los vendedores?
Es importante establecer un marco de la ley. A la vez, es importante respetar las aportaciones que todos hacen a una sociedad.
En parte este tema de los vendedores migrantes se parece al tema de la migración hacia Estados Unidos. Si la sociedad quiere que todos vivamos dentro del marco de la ley, debe de esforzarse más en generar oportunidades para todos dentro de ese mismo marco.
sábado, 13 de octubre de 2007
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