En
1983, el grupo de rock R.E.M. abrió un concierto para “The Police” en Capital
Centre. El vocalista Michael Stipe dijo: “Vamos a cantar once canciones.” No
dijo nada más. El grupo tocó espectacular.
Hace
poco, Utah Politico Hub hizo tres preguntas y pidió quinientas palabras (En inglés,
mi
artículo tenía exactamente quinientas palabras. En español, lo he extendido
un poco.):
1.
¿Quién es el culpable de crisis migratoria?
2.
¿Cómo se debería resolver la crisis?
3. ¿Qué
partido sufrirá más en las elecciones de 2014 a causa de la crisis?
Hay dos
crisis: A. Los niños detenidos en o cerca de la frontera. B. Un sistema
migratorio desfasado.
Para la
crisis A, la culpabilidad se comparte. Un proyecto de ley de 2008 para combatir
el tráfico de seres humanos se aprobó con una mayoría aplastante en el
Congreso. El presidente Bush firmó el proyecto que dio a los niños no
acompañados de los países no contiguos con Estados Unidos el derecho a
audiencias delante de los jueces de inmigración. Una consecuencia inesperada
resultó ser una espera larga para la cortes demasiada cargadas de inmigración.
Mientras,
los niños se procesan a través la Oficina de Reubicación de Refugiados. Las
cifras de La Oficina de Protección de la Aduana y la Frontera indican que
setenta y cinco por ciento de los niños son de Honduras, Guatemala o El
Salvador. La delincuencia organizada ha explotado las demoras en los procesos
para desinformar a la población y animar a las familias mandar sus niños a los
Estados Unidos. Otros factores importantes incluyen las tasas altas de delitos
violentos, pobreza extrema y frustración en los países de origen.
La
administración de Obama reaccionó lento, pero el problema resiste las
resoluciones rápidas y sencillas. Las repatriaciones rápidas requerirían
cambios en las leyes y los procesos.
Dar
estatus a los niños podría animar a más familias mandar sus niños aquí, sobre
todo si no se comunica bien y no se lleva a cabo un arreglo sistémico. El papa
Francisco ha sugerido que la moralidad exige una bienvenida y una protección
para los niños inmigrantes. Esos niños han corrido riesgos importantes en venir
aquí. Nuestro sistema político inclinado más en las ventajas partidistas que en
resolver desafíos es parte del problema.
Opino
que el papa Francisco tiene razón. Hay que buscar la manera de reparar el
sistema y dar un trato digno a los niños que ya están aquí. Es una cuestión de
valores y de derechos humanos. No sería justo para todos, pero hay que buscar
lo correcto, no lo más fácil de vender políticamente.
La
crisis hace daño a Obama, pero el enfoque más concentrado en el asunto
migratorio hace daño al partido republicano. En las elecciones de 2014, el
efecto es mínimo.
Para la
crisis B, la culpa es de los líderes del partido republicano en la Cámara de
Representantes. El 27 de junio de 2013, el Senado votó 68 a 32 a favor de una
reforma migratoria. En primavera de 2014, el liderazgo republicano en la Cámara
publicó sus principios para la reforma migratoria. Después ni elaboraron una
propuesta ni permitieron una votación sobre proyectos parecidos a los del
Senado.
Tres
preguntas fundamentales para la política migratoria son:
1.
¿Cómo debería el gobierno de Estados Unidos estructurar su sistema para los que
quieren entrar al país?
2. ¿Qué
mecanismos debería utilizar Estados Unidos en las fronteras y dentro del país
para mejorar el cumplimiento con las leyes y el respeto por el sistema?
3. ¿Qué
debería hacer Estados Unidos con los 11.7 millones de indocumentados que
residen en el país?
Durante
muchos años, he sugerido ocho puntos para la conversación:
1.
Resolver el estatus de 11.7 millones de indocumentados.
2.
Simplificar los procesos de inmigración.
3.
Actualizar el numero de visados para familiares y trabajadores conforme con las
necesidades económicas y societales.
4.
Mejorar el sistema de visados de trabajadores para promover la competitividad
global.
5.
Establecer un sistema genuina de verificación en el empleo. Hace falta exigir
responsabilidad por parte del empleador y del empleado.
6.
Tener fronteras que evitan la delincuencia y las amenazas pero que admiten el
flujo ordenado de personas, capitales y comercio. Ni cerradas ni abiertas, las
fronteras deben de ser inteligentes.
7. Integrar
mejor a los inmigrantes.
8. Colaborar
más de manera binacional e internacional.
El
asunto migratorio expande las posibilidades políticas de los demócratas y los
independientes, pero el efecto no será muy grande en 2014.
Predicciones
relacionados: El presidente Barack Obama saldrá fortalecido con las órdenes
ejecutivas sobre la inmigración y el estímulo económico que ocurrirá como
consecuencia. Un demócrata, probablemente Hillary Clinton, tomará protesta como
Presidente de los Estados Unidos el 20 de enero de 2017. ¿Español? El idioma
seguirá extendiéndose por la importancia económica, cultural y política que
tiene.
Una pista de atletismo Foto de Mark Alvarez |