sábado, 12 de enero de 2013

Reforma migratoria 2013


Hay una oportunidad grande de impulsar una reforma justa y humanitaria. Varias organizaciones ya han empezado una campaña que ganará más visibilidad a partir del 21 de enero, un día después de la inauguración de Barack Obama como Presidente de los Estados Unidos por la segunda vez.

Obama mencionó varias veces durante su campaña la necesidad de una reforma migratoria. En octubre, Obama dijo a un periódico de Iowa, “Y yo quiero hacerlo - [llevar a cabo la reforma migratoria] – porque es lo correcto y porque me he preocupado por este asunto desde mi candidatura de 2008.” Hay que ser cautelosos con los políticos, pero desde su reelección, Obama ha repetido varias veces su determinación de impulsar una reforma migratoria. Tendrá que cumplir.

Hablando acerca del precipicio fiscal en un programa nacional el 30 de diciembre de 2012, Obama señaló la importancia de la reforma migratoria en 2013: “He dicho que reparar nuestro sistema fallido de inmigración es una prioridad principal.” En hablar sobre las prioridades del segundo mandato, Obama puso primero la reforma migratoria para el 2013.

La duda que tienen algunos es que la reforma migratoria ha sido un tema pendiente durante más de diez años. Y varios intentos de llevar a cabo una reforma fracasaron en 2005, 2006 y 2007. Y el mismo Presidente Obama no cumplió con una promesa hecho como candidato en 2008 de impulsar una reforma migratoria en el primer año de su mandato.

No desestimo la crítica, pero el momento es diferente. El 2 de enero de 2013, el Congreso resolvió el precipicio fiscal llegando a un acuerdo con la administración de Obama. Esto ocurrió a pesar de la resistencia de muchos Republicanos en la Camera de Representantes.

Una reforma migratoria justa y humanitaria también tendrá que pasar por la resistencia de algunos Republicanos en el Congreso. Sin embargo, parece que el ambiente ha cambiado. Unos Republicanos claves ya se han declarado a favor de llegar a un acuerdo sobre la reforma migratoria.

Un político ni amigo ni enemigo. Tanto los políticos Demócratas como los Republicanos votan conforme con un calculo de intereses, en un sentido confirmando la veracidad del dicho: en la política no existen amigos, solo intereses. Y lo más importante en la política son los votos.

En las elecciones del 6 de noviembre, el Presidente Obama ganó un segundo mandato por más de 3 por ciento a nivel nacional. Un dato importante es que el voto latino/hispano creció de 9 por ciento del electorado en 2008 a 10 por ciento del electorado en 2012. Más de 70 por ciento de eso votantes votaron a favor de Obama. Otro dato curioso es que el voto asiático voto incluso más a favor de Obama.

Según un analisis de impreMedia-Latino Decisions, el voto latino dio una ventaja neta de 5.4 por ciento a favor de Obama, más en los estados claves de Colorado y Nevada. Sumando a eso el voto asiático, los Republicanos se encuentran con un precipicio demográfico.

Los Republicanos tendrán que resolver el precipicio demográfico o conformarse con un deterioro de influencia nacional. Llegar a un acuerdo sobre una reforma migratoria es parte del camino de ese partido.

El ambiente político para la reforma migratoria ha cambiado, pero lo básico no.
Hay tres preguntas fundamentales que sugerí en un artículo publicado en The Salt Lake Tribune en 2006:

1. ¿Cómo debería funcionar el sistema para los que quieren venir aquí?

2. ¿En la frontera y en el interior, cómo debería el sistema asegurar el cumplimiento con y el respeto hacia la ley?

3. ¿Cómo debería el sistema tratar a una población indocumentada de más de once millones de personas?

La tercera pregunta ha sido difícil para muchos políticos, y han intentado esquivarla. El problema es que la respuesta a esa pregunta tiene que ser parte fundamental de cualquier reforma.

Cada vez más por razones económicas y sociales, la reforma es necesaria e inevitable. En vez de esquivar la tercera pregunta, deberíamos ponerla en primer lugar y abogar por una legalización que incluye un camino hacia la ciudadanía, una parte clave de cualquier reforma humanitaria y sostenible.

domingo, 6 de enero de 2013

Metas 2013: Salud y Educación


Es costumbre poner propósitos o metas al principio del año. La educación y la salud son temas fundamentales. Este artículo se dedica más al bienestar físico, pero empieza con la educación.

Educación: para las personas en la escuela, es lógico pensar en un título o en una carrera como meta. Hay que siempre animar a los jóvenes: cada persona tiene tantas posibilidades y las limitaciones más dañinas suelen ser las que nos ponemos a nosotros mismos o a nuestras familiares.

Desafortunadamente, existen desafíos importantes para muchos estudiantes hispanos. A la vez, existen oportunidades como la de ser bilingüe. Hay que lidiar con los desafíos, superar los obstáculos y aprovechar de las oportunidades. En ello, cada estudiante y familia puede fijar sus metas.

La educación es tan importante para los adultos como para los niños. Hay que pensar en uno mismo, no por egoísmo sino por el ejemplo que uno puede dar. “Renovarse o morir” es un dicho conocido. Si una persona no está progresando, se quedará estancada o peor. Una meta podría incluir un curso. Podría tener algo que ver con los idiomas, el inglés para algunos. Mi meta para 2013 es leer un libro cada dos semanas, alternando entre el inglés y el español. Ya veremos.

Salud:  Pongo la salud como algo sumamente importante por la incidencia de sobrepeso y las consecuencias que conlleva en nuestra comunidad. No juzgo a nadie, pero quiero animar a todos ser más activos o mantener en un nivel saludable la actividad. Me incluyo a mi mismo. Mi meta es hacer como mínimo 30 minutes de ejercicio todos los días.

El bienestar físico de una persona depende fundamentalmente de la dieta y la actividad física.  Es importante cuidar de estos dos durante toda la vida, sobre todo con las presiones, las distracciones y el ritmo de vida que todos llevamos en el siglo veintiuno.  El cuidado de nuestra salud nos ayudará a disminuir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y también nos ayudará a llevar de una forma más saludable  el deterioro natural del cuerpo con el envejecimiento y el creciente nivel de estrés que el ambiente nos impone.  Además nos dará más energía.

El concepto es sencillo.  Deberíamos implementar dos principios:

1.    Comer con sabiduría
2.    Ser activos

Lo difícil es vivir conforme con estos principios.  Aunque cada uno de nosotros tiene necesidades alimenticias diferentes, comer con sabiduría es un principio para todos.  Una dieta balanceada y rica en frutas y vegetales, granos integrales, legumbres y con una cantidad moderada en proteínas y grasas es fundamental.  Casi todos nosotros deberíamos comer más frutas y vegetales.

Aparte de cuidar nuestra dieta, también deberíamos de prestar atención a los líquidos que ingerimos.  Todos conocemos este tema.  Las bebidas azucaradas como Coca-Cola, Pepsi, Sprite y refrescos hacen daño a nuestro cuerpo.  La alta incidencia de diabetes y sobrepeso se debe en parte al consumo de estas bebidas.  Es necesario tomar líquidos, sobre todo cuando uno comienza a aumentar su actividad, pero en vez de una bebida azucarada y vacía de valor nutritivo, uno debería elegir agua, preferentemente agua simple.  Es la mejor elección para el cuerpo y el bolsillo.  De vez en cuando, no está mal comer o beber algo azucarado, pero siempre con medida y precaución.  Y siempre pensando en el principio: comer con sabiduría.

En el ejercicio, como en la vida, cada persona tiene que experimentar.  Con el conocimiento y la experiencia, uno va enterándose de lo que funciona y de lo que no.  Por ejemplo, correr es un buen ejercicio pero supone un desgaste para las rodillas y los tendones.  No tanto el nadar o saltar a la cuerda.  Saltar a la cuerda cuesta menos  dinero y tiempo porque la cuerda es barata y uno puede hacerlo en casa.  Además es un ejercicio formidable para ponerse en forma, inclusive para otros deportes como el tenis o el básquet.  Quizás el mejor ejercicio es caminar 30 minutos diarios.

Descansar es importante.  Descansar no significa necesariamente no hacer nada de ejercicio al día.  Descansar puede significar hacer menos ejercicio durante un día o dos.  Pocos deportistas entrenan fuerte todos los días.  Un corredor puede correr 90 minutos un día y 30 minutos el día siguiente.  Esto permite al cuerpo recuperar energía y adaptarse.  Este concepto de ejercicio y descanso completo o descanso activo es bueno para todos.

Metas: cada persona debería intentar hacer 30 minutos de ejercicio 4 días por semana.  Si el tiempo disponible es un obstáculo, puede hacer 15 minutos por la mañana y 15 minutos por la tarde o a mediodía.  Cualquier ejercicio vale.  Nadar, correr, jugar al fútbol o lo que sea.  Lo que estamos buscando es un ejercicio agradable que podamos incorporar en nuestra rutina diaria.

Otros consejos: beber más agua para mantener una hidratación adecuada, hacer ejercicio con otra persona para ayudar con la constancia y anotar sus progresos en un calendario de actividad física.
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