Deporte, educación y familia
El 2 de abril, se celebró el final de una liga de futbol sala. En la liga, participaron 160 jóvenes entre 7 y 12 años de edad. Cada uno recibió un diploma personalizado por su participación. Cada equipo recibió un trofeo.
La liga es una colaboración entre la Federación de Clubes Mexicanos y el Centro Cívico Mexicano. Debe mucho a Salomón Vargas del Club San Felipe. La liga empezó el 13 de noviembre con 6 equipos. Creció. En diciembre, la liga contó con 14 equipos y tuvo que cerrar la inscripción. No daba para más. Quizás en 2010 sí.
Futbol sala es un deporte dinámico. Juegan 5 contra 5. El juego requiere técnica, fuerza y resistencia. Los jóvenes tienen que correr mucho. Disfrutan del ejercicio.
La liga tiene partidos los viernes. Cada equipo juega un partido de 40 minutos. Cuesta 5 horas o más realizar todos los partidos. El Centro Cívico dona su espacio gratis. La Federación de Clubes Mexicanos, gracias al trabajo de su Vicepresidente Salomón, da estructura y organización al proyecto.
Salomón ha conseguido el título de entrenador, y tiene ambición para el proyecto. Dentro de poco, dará impulso a una liga al aire libre. Los niños le han reclamado. Salomón cumplirá. Quiere animar la participación y el bienestar de los niños.
Los padres tienen un papel importante. Transportan y animan a sus niños. Las familias y los niños estaban felices en la ceremonia final.
Claudia es la madre de Isaac. La familia vive en Rose Park, Salt Lake City. Claudia dice, “no entiendo mucho el futbol, pero apoyo a mi hijo. A Isaac le gusta mucho el deporte.”
Isaac tiene 10 años y estudia el quinto grado. Dice que el futbol es divertido. Le gusta jugar en el mediocampo. Corre rápido. Quiere meter más goles.
Claudia está convencida de los beneficios de la liga y el deporte. Mirando a Isaac, Claudia dice, “el deporte le ayuda con su condición. Es más tranquilo. Va muy bien en la escuela. Lee mucho.”
Victoria es una madre que trae su niño Alberto de West Valley. Dice, “Estar en un deporte es algo importante para mi hijo. Es mejor que la tele.” En otro momento, enfatiza que Alberto hace su tarea de la escuela antes de jugar al futbol.
Alberto tiene 9 años. Le gusta jugar como delantero. Le pregunté a él, “Cuántos goles has metido?” Al principio Alberto dice que se le olvida el número. Unos momentos más tarde confiesa haber metido 39. ¡Uf! La madre dice que es verdad, pero también revela que Alberto juega en 3 ligas diferentes. Cuando no está metiendo goles, a Alberto le gusta leer.
Victoria enseña la importancia de leer y escribir tanto en español como en inglés. Habla sobre la posibilidad de ayudar a Alberto ser intérprete. Claro que da para eso y más si quiere. A Alberto le espera un futuro prometedor, con o sin goles. Sobre todo porque tiene principios de una madre involucrada en su desarrollo. Victoria habla de los valores de ser honesto, trabajar bien y echarle ganas.
En una época de poca actividad y demasiado obesidad, es gratificante ver a 160 niños jugando, esforzándose y divirtiéndose en una liga y su ceremonia de cierre. Que eso va ligado con los esfuerzos en la escuela es un paso importante para nuestra comunidad.