En
febrero y bajo el lema “una oportunidad para todos”, el presidente Barack Obama
anunció “My Brother’s Keeper o El Guardián de Mi Hermano”. La Casa Blanca
describió el programa como “una iniciativa para ayudar a todos los niños y
jóvenes minorías que están dispuestos a trabajar duro para salir adelante.”
El
programa está diseñado para una colaboración entre empresas y fundaciones para
mejorar sistemas de mentores, redes de apoyo y cursos que los jóvenes necesitan
para seguir en la escuela o encontrar empleos que les permitan progresar
intelectual y económicamente. Implica facilitar el acceso a la educación
preescolar y mejorar la calidad y la seguridad de las aulas y las calles. Es
una iniciativa pública-privada.
El
gobierno tiene un papel en el desarrollo de la sociedad, pero Obama notó: “En
esto, el gobierno no puede asumir ni un papel único ni un papel principal.
Podemos proveer a cada niño el acceso a una escuela preescolar de calidad y ayudarles
aprender desde pequeño, pero no podemos reemplazar el poder de unos padres que
leen a ese mismo niño.”
Los
padres son los primeros maestros de sus hijos, pero hay varios recursos y
programas disponibles en la comunidad. Los amigos de la biblioteca pública de
Salt Lake City ayudan con el programa “Buenos comienzos: Empieza con los
libros”. En el hospital, las familias de los recién nacidos reciben un paquete
que tiene un libro para niños, unos consejos y varios folletos. También tiene
una tarjeta bibliotecaria que se puede cambiar por una tarjeta genuina para el
niño.
Algunos
consejos editados de la Asociación Americana de Bibliotecas incluyen:
- “Leer al niño: tarjetas,
etiquetas, el periódico. Los sonidos son importantes.”
- “Enseñan al niño los libros de
cuentos e ilustraciones. Las formas y los colores animan a los niños, y
escuchar facilita el aprendizaje.”
- “Visita la biblioteca. Deja a
los niños elegir sus libros.”
- “Hazlo divertido. Nunca presiona
a un niño escuchar o responder. Si la historia no engancha, usa otro libro u
otro momento.”
Hay un
dicho en la escuela primaria que el niño aprende a leer hasta el tercer grado.
A partir del tercer grado, el niño lee para aprender.
¿Inglés
o español? Mi padre es de Puerto Rico, pero nunca me enseño el español.
Aprendió el español por mi cuenta sin hacer ningún curso. Sé lo difícil que es
aprender otro idioma como adulto. Dicho eso, tenía la ventaja de poder vivir en
España de 1993 a 1996. Entiendo las razones por las que mis padres no me
enseñaron el español como pequeño. Sin embargo, en el siglo veintiuno, mi
recomendación es enseñar a los niños el español para que crezcan bilingües. La
decisión es de cada uno, pero nadie debería desesperarse: hay muchas
organizaciones y personas que pueden servir de ayuda.
Con
respecto a los libros: Empieza hoy. Lee.