Cuatro días después del retiro de los vendedores ambulantes del Centro Histórico, el ambiente se siente poco claro. No hay muchos puestos sobre las aceras y las calles, pero si han vuelto algunos de los vendedores.
Pasando por la Catedral Metropolitana, se ven gente con bolsas oscuras de plástico llenos de mercancía. No fueron libros de la feria de libros que se está celebrando en el Zócalo. Es dudable que sean de una compra. Más bien para la venta.
Se escuchan las voces de los vendedores que se parecen a una voz primordial: "5 pesos, 10 pesos o 15 pesos." Uno podría hasta pensar que todos los productos de México costaban eso. Encima, todo está de oferta.
Un hombre de veintitantos años gritaba: "gafas de sol de moda. 10 pesos." Con el respeto debido, lo dudo.
Calle Moneda no parecía la misma calle de hace una semana. Había policía del Operativo Centro Histórico vigilando. Peatones andaban por todas partes e incluso en la calle. No hacía falta navegar por un camino estrecho y serpentino entre un sinfín de vendedores. No obstante, los vendedores estaban allí. Las bolsas oscuras cantaban.
Girando por la calle Correo Mayor, se veía vendedores más atrevidos. No disponían de puestos, pero sí se habían organizado algunos mercados móviles. Y gritaban sus precios sin parar. Dos policías se acercaban a uno de estos mercados, y los vendedores se deslizaban hacía la esquina y después por la calle Soledad. Veinte segundos más tarde, las policías habían pasado. Los vendedores volvieron a su lugar.
Esto ocurre en la sombra del Palacio Nacional. Se dice que las ventas en tiendas formales pueden subir hasta 50%. Es posible. A la vez, las ventas de los vendedores ambulantes seguramente bajarán. Se puede entender las razones por las que no están contentos con el nuevo esquema.
Aunque la vida se ha puesto más difícil para los vendedores ambulantes, creo que seguirán en la lucha para sobrevivir. Se ven estos vendedores ambulantes más ambulantes y más rápidos.
Aunque a mi me gusta el Centro Histórico más ahora que antes, no caeré en la tentación de juzgar a los vendedores. Hace falta una reforma profunda en la estructura de la economía mexicana. Todos deberíamos cumplir con las leyes. Pero para ser justos, debemos de incluir en eso las leyes económicas. Y es exactamente a esas leyes a las que los vendedores con sus bolsas oscuras van adaptándose.
martes, 16 de octubre de 2007
sábado, 13 de octubre de 2007
Vendedores ambulantes y migrantes
El Día de la Raza, me fui al centro para ver como se iba la limpieza de la ciudad. Sobre las nueve y media de la mañana empecé en la calle Rep de Argentina. Se estaba levantando los puestos como cualquier día, creado una ciudad dentro de la ciudad (fuera del Centro Histórico por supuesto). La eficacia y la organización de esa gente impresiona. Se pueden llamar a los vendedores ambulantes, pero también migrantes. Seguro que ambulan o migran en busca de oportunidades y el progreso.
Pasé por la Plaza de Garibaldi donde estaban reunidos algunos mariachis. Llegué al Palacio de Bellas Artes que lucía, como siempre, muy bonito. A esta altura de Lázaro Cárdenas, noté la policía: había una docena en cada esquina, muchos de los cuales apenas parecían mayor de edad. Algunos llevaban la banda "Operativo Centro Histórico. No se veían puestos de vendedores.
Anduve unas horas por el centro. Me impresionó como era de rápido pasar de Bellas Artes al Zócalo y como era de fácil ir por las calles donde antes habían tantos puestos y tantas personas en el camino. En vez de ir en una fila estrecha y serpentina, uno podía andar por las anchas en la acerca e incluso en la calle.
El Centro Histórico lucirá con los cambios. Como un cuadro recién limpio, se realzarán detalles poco notados durante mucho tiempo. La belleza (y la fealdad) de los edificios y las plazas se notará. Se conocerá más las tiendas que antes estaban casi escondidas. Yo descubrí varias librerías en la calle Donceles.
Sin embargo, se notará la ausencia (durante cuánto tiempo no sé) de la gente de los puestos y la gente que los buscaba. Esas personas aportaban una energía al centro que quizás les echará de menos.
Pues, uno no tenía que ir muy lejos para encontrarles. En Corregidora pasando Circunvalación y el límite del Centro Histórico, se podía topar con puestos callejeros y trabajadores sexuales en las puertas. Varias iglesias en esa zona estaban celebrando misa. Se veía gente buena y trabajadora.
En San Ildefonso, una persona hablaba acerca de torear con su puesto ambulante. Será interesante ver que pasa con la nueva política del gobierno. ¿Regresarán o no los vendedores?
Es importante establecer un marco de la ley. A la vez, es importante respetar las aportaciones que todos hacen a una sociedad.
En parte este tema de los vendedores migrantes se parece al tema de la migración hacia Estados Unidos. Si la sociedad quiere que todos vivamos dentro del marco de la ley, debe de esforzarse más en generar oportunidades para todos dentro de ese mismo marco.
Pasé por la Plaza de Garibaldi donde estaban reunidos algunos mariachis. Llegué al Palacio de Bellas Artes que lucía, como siempre, muy bonito. A esta altura de Lázaro Cárdenas, noté la policía: había una docena en cada esquina, muchos de los cuales apenas parecían mayor de edad. Algunos llevaban la banda "Operativo Centro Histórico. No se veían puestos de vendedores.
Anduve unas horas por el centro. Me impresionó como era de rápido pasar de Bellas Artes al Zócalo y como era de fácil ir por las calles donde antes habían tantos puestos y tantas personas en el camino. En vez de ir en una fila estrecha y serpentina, uno podía andar por las anchas en la acerca e incluso en la calle.
El Centro Histórico lucirá con los cambios. Como un cuadro recién limpio, se realzarán detalles poco notados durante mucho tiempo. La belleza (y la fealdad) de los edificios y las plazas se notará. Se conocerá más las tiendas que antes estaban casi escondidas. Yo descubrí varias librerías en la calle Donceles.
Sin embargo, se notará la ausencia (durante cuánto tiempo no sé) de la gente de los puestos y la gente que los buscaba. Esas personas aportaban una energía al centro que quizás les echará de menos.
Pues, uno no tenía que ir muy lejos para encontrarles. En Corregidora pasando Circunvalación y el límite del Centro Histórico, se podía topar con puestos callejeros y trabajadores sexuales en las puertas. Varias iglesias en esa zona estaban celebrando misa. Se veía gente buena y trabajadora.
En San Ildefonso, una persona hablaba acerca de torear con su puesto ambulante. Será interesante ver que pasa con la nueva política del gobierno. ¿Regresarán o no los vendedores?
Es importante establecer un marco de la ley. A la vez, es importante respetar las aportaciones que todos hacen a una sociedad.
En parte este tema de los vendedores migrantes se parece al tema de la migración hacia Estados Unidos. Si la sociedad quiere que todos vivamos dentro del marco de la ley, debe de esforzarse más en generar oportunidades para todos dentro de ese mismo marco.
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miércoles, 3 de octubre de 2007
No a la doble cara de un muro
Basta con el cinismo de la administración Bush y su secretaria de Seguridad Interna Michael Chertoff que acaba de defender el muro como protección al medio ambiente.
La política migratoria sigue por un camino espinoso. Una reforma fracasó en el congreso de Estados Unidos. Ahora, Chertoff, que antes estaba a favor de una reforma que humanizaría las leyes, va con todas las armas a por todos los trabajadores indocumentados. Y va con cuentos.
No dudo que la migración indocumentada deje rastros en los caminos hacia los Estados Unidos. Es lógico. Pero, no parece tan lógico proponer un muro o culpar a los que viajan hacia el norte. Más que nada, ellos van hacia el norte para trabajar. Ayudan la economía. Hacen algo natural entre los seres humanos.
Los rastros que dejan los viajeros representan el precio de una política fracasada y anticuada de Estados Unidos. Chertoff puede contarnos barbaridades sobre lo que vio y olió en su paseo por zonas fronterizas, pero él debe de pensar más antes de soltar sus disparates.
Si verdaderamente quiere resolver los problemas de la migración indocumentada, Chertoff debería dejar al lado los muros que acabarán derrumbados u oxidados y empezar a fijarse en reparar ladrillo por ladrillo una política migratoria que necesita una reparación profunda.
Estados Unidos tiene que abrir más caminos legales a los que van allí para trabajar. Al efectuarlo, el gobierno protegerá al medio ambiente, ayudará la economía y mejorará sus perspectivas para el siglo veintiuno. Una política inteligente requiere una frontera inteligente.
La política migratoria sigue por un camino espinoso. Una reforma fracasó en el congreso de Estados Unidos. Ahora, Chertoff, que antes estaba a favor de una reforma que humanizaría las leyes, va con todas las armas a por todos los trabajadores indocumentados. Y va con cuentos.
No dudo que la migración indocumentada deje rastros en los caminos hacia los Estados Unidos. Es lógico. Pero, no parece tan lógico proponer un muro o culpar a los que viajan hacia el norte. Más que nada, ellos van hacia el norte para trabajar. Ayudan la economía. Hacen algo natural entre los seres humanos.
Los rastros que dejan los viajeros representan el precio de una política fracasada y anticuada de Estados Unidos. Chertoff puede contarnos barbaridades sobre lo que vio y olió en su paseo por zonas fronterizas, pero él debe de pensar más antes de soltar sus disparates.
Si verdaderamente quiere resolver los problemas de la migración indocumentada, Chertoff debería dejar al lado los muros que acabarán derrumbados u oxidados y empezar a fijarse en reparar ladrillo por ladrillo una política migratoria que necesita una reparación profunda.
Estados Unidos tiene que abrir más caminos legales a los que van allí para trabajar. Al efectuarlo, el gobierno protegerá al medio ambiente, ayudará la economía y mejorará sus perspectivas para el siglo veintiuno. Una política inteligente requiere una frontera inteligente.
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lunes, 1 de octubre de 2007
Gobiernos que cumplen: ¿engañar o informar?
Se dice que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.
En 1993, viajé de Maryland a Utah en coche. Pasando por Virginia Oeste, noté señales en la carretera diciendo que este pueblo es bueno para los negocios. Me sorprendía porque esos pueblos no tenían negocios. Más bien, máquinas oxidadas y casas dilapidadas o desocupadas. ¿A quién estaban intentando engañar esos gobiernos?
Pasando por varios lugares en México, se ven muchas señales y propaganda diciendo que tal gobierno cumple con sus promesas y que los políticos están más cerca de ti. La legislatura está trabajando para todos ustedes.
Se repiten cada hora en la televisión anuncios de los logros que han conseguido los gobiernos federales, estatales y locales. Ocurre en la radio y los periódicos también. A uno le puede preocupar la cantidad de esfuerzo, recursos y horas que sus gobiernos están gastando para lanzar esos mensajes.
Es cierto que hay logros que han conseguido los gobiernos, pero a la vez hay fracasos (claro que estos últimos no salen en los anuncios). Aparte de esto, uno siempre debe de tener en cuenta que el dinero y los recursos de los gobiernos al fin y al cabo vienen de los bolsillos de la gente que vive y hace negocios en el país. Aunque los políticos hacen sacrificios para servir, no suelen gastar dinero propio para llevar a cabo proyectos del interés público.
¿Sí cumplen? Es una pregunta para los ciudadanos, no para los gobiernos. Las personas deberían juzgar a los políticos, no al revés.
Gobiernos que cumplen trabajarán de una manera abierta y eficaz para informar e involucrar a los ciudadanos en una política que sirva a todos. Debe de dejar de maquillar todo con los nombres de líderes entre comillas o los lemas de haber cumplido.
En 1993, viajé de Maryland a Utah en coche. Pasando por Virginia Oeste, noté señales en la carretera diciendo que este pueblo es bueno para los negocios. Me sorprendía porque esos pueblos no tenían negocios. Más bien, máquinas oxidadas y casas dilapidadas o desocupadas. ¿A quién estaban intentando engañar esos gobiernos?
Pasando por varios lugares en México, se ven muchas señales y propaganda diciendo que tal gobierno cumple con sus promesas y que los políticos están más cerca de ti. La legislatura está trabajando para todos ustedes.
Se repiten cada hora en la televisión anuncios de los logros que han conseguido los gobiernos federales, estatales y locales. Ocurre en la radio y los periódicos también. A uno le puede preocupar la cantidad de esfuerzo, recursos y horas que sus gobiernos están gastando para lanzar esos mensajes.
Es cierto que hay logros que han conseguido los gobiernos, pero a la vez hay fracasos (claro que estos últimos no salen en los anuncios). Aparte de esto, uno siempre debe de tener en cuenta que el dinero y los recursos de los gobiernos al fin y al cabo vienen de los bolsillos de la gente que vive y hace negocios en el país. Aunque los políticos hacen sacrificios para servir, no suelen gastar dinero propio para llevar a cabo proyectos del interés público.
¿Sí cumplen? Es una pregunta para los ciudadanos, no para los gobiernos. Las personas deberían juzgar a los políticos, no al revés.
Gobiernos que cumplen trabajarán de una manera abierta y eficaz para informar e involucrar a los ciudadanos en una política que sirva a todos. Debe de dejar de maquillar todo con los nombres de líderes entre comillas o los lemas de haber cumplido.
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viernes, 28 de septiembre de 2007
Fronteras inteligentes
"Todo lo que deseé fue andar en un mundo sin mapas."
(El paciente inglés de Michael Ondaatje)
Fronteras inteligentes no supone ni la militarización ni la maquinación de las fronteras sino un concepto para respetar la realidad económica y social y hacer más ágil la migración de personas, bienes y capital dentro del marco de la ley. Fronteras inteligentes presenta una política migratoria racional. Respeta los derechos humanos y la libertad.
Después de unos tropiezos en materia migratoria, ayer, el Presidente Felipe Calderón dio en el blanco cuando dijo: "Pero también sabemos que la única manera en que en el largo plazo podremos solucionar el tema migratorio, es generando claras condiciones de prosperidad en nuestro país."
Calderón sugirió que el tema migratorio es importante tanto para Estados Unidos como para México. Es cierto y de sentido común. Como la migración divide familias y comunidades en México, también causa conflicto entre comunidades y familias en Estados Unidos. Resolviendo el desafío de la migración y de las fronteras puede ayudar a reducir este problema y asegurar el progreso y la prosperidad de toda Norteamérica.
El desafío es un desafío compartido: se resistirá cualquier acción unilateral. Sin embargo, la naturaleza de la política hace necesario unas propuestas particulares de cada soberanía. Hace falta comprender mejor esta dinámica para coordinar de una manera eficaz los esfuerzos de cada uno.
La XXV Conferencia de Gobernadores Fronterizos que empezó ayer representa una oportunidad de acercamiento. En su mensaje de bienvenida, el Gobernador de Sonora Eduardo Bours Castelo explicó, "La clave del éxito de las sociedades modernas y para nuestra región se ubica en el terreno de la competitividad y en la capacidad para trabajar unidos." El tema central de la conferencia es "Competitividad sin Fronteras."
Los gobernadores de los estados fronterizos conocen bien las ventajas y las desventajas de la migración y merece la pena prestar atención a sus declaraciones. El año pasado, los gobernadores hicieron una declaración conjunta que contenía lo siguiente:
Para conseguir lo que quieren estos gobernadores, no hay que borrar las fronteras. La política debe de hacerlas inteligentes.
(El paciente inglés de Michael Ondaatje)
Fronteras inteligentes no supone ni la militarización ni la maquinación de las fronteras sino un concepto para respetar la realidad económica y social y hacer más ágil la migración de personas, bienes y capital dentro del marco de la ley. Fronteras inteligentes presenta una política migratoria racional. Respeta los derechos humanos y la libertad.
Después de unos tropiezos en materia migratoria, ayer, el Presidente Felipe Calderón dio en el blanco cuando dijo: "Pero también sabemos que la única manera en que en el largo plazo podremos solucionar el tema migratorio, es generando claras condiciones de prosperidad en nuestro país."
Calderón sugirió que el tema migratorio es importante tanto para Estados Unidos como para México. Es cierto y de sentido común. Como la migración divide familias y comunidades en México, también causa conflicto entre comunidades y familias en Estados Unidos. Resolviendo el desafío de la migración y de las fronteras puede ayudar a reducir este problema y asegurar el progreso y la prosperidad de toda Norteamérica.
El desafío es un desafío compartido: se resistirá cualquier acción unilateral. Sin embargo, la naturaleza de la política hace necesario unas propuestas particulares de cada soberanía. Hace falta comprender mejor esta dinámica para coordinar de una manera eficaz los esfuerzos de cada uno.
La XXV Conferencia de Gobernadores Fronterizos que empezó ayer representa una oportunidad de acercamiento. En su mensaje de bienvenida, el Gobernador de Sonora Eduardo Bours Castelo explicó, "La clave del éxito de las sociedades modernas y para nuestra región se ubica en el terreno de la competitividad y en la capacidad para trabajar unidos." El tema central de la conferencia es "Competitividad sin Fronteras."
Los gobernadores de los estados fronterizos conocen bien las ventajas y las desventajas de la migración y merece la pena prestar atención a sus declaraciones. El año pasado, los gobernadores hicieron una declaración conjunta que contenía lo siguiente:
Creemos que una solución integral para la seguridad fronteriza debe respaldarse con medidas multidimensionales, y que barreras físicas por sí mismas no son la solución. Instamos al Congreso de los Estados Unidos a promulgar una reforma migratoria integral a más tardar a fines de este año.
Exhortamos a nuestros respectivos gobiernos federales a que tomen las medidas necesarias para mejorar la prosperidad económica de sus residentes.
Para conseguir lo que quieren estos gobernadores, no hay que borrar las fronteras. La política debe de hacerlas inteligentes.
sábado, 22 de septiembre de 2007
El Presidente Inconveniente
Se dice que la política crea extraños compañeros de cama. Uno puede encontrarse con un aliado extraño y hasta inconveniente.
Hace varios meses, el Presidente Felipe Calderón hablaba acerca de la responsabilidad de crear puestos de trabajo para los mexicanos. Consta en el objetivo 10 de su Plan Nacional de Desarrollo lo siguiente:
No cabe duda de que en México hace falta una economía más dinámica y más eficaz. Algunas medidas obvias, aunque no tan fáciles, son un recorte de la burocracia y una simplificación de los trámites para hacer negocio. Es una lástima que tantos mexicanos con talento tengan que buscar oportunidades en el extranjero que no encuentran aquí.
Calderón ha criticado la política migratoria de Estados Unidos. Y tiene razón: Estados Unidos sigue con un sistema anticuado que no se ha adaptado a las exigencias económicas y sociales. Además, el Congreso estadounidense fracasó en su intento de reformar las leyes migratorias. Surge dentro de Estados Unidos una tendencia discriminatoria contra los inmigrantes, tanto documentados como no documentados. Hay que cambiar eso.
En Estados Unidos existen algunas propuestas no tan globales que podrían favorecer a indocumentados que son estudiantes o trabajadores en la agricultura. Hace falta una reforma global que respeta las aportaciones de todos los indocumentados. Sin embargo, el no poder hacer el paso gigante en este tema no debería impedir unos pasos más pequeños. En la política, los cambios suelen ser lentos, hasta glaciales.
Calderón parece un político capaz. Tiene la experiencia de haber dirigido un partido y de haber sido congresista. No obstante, algunas de sus declaraciones demuestran torpeza. Ya he escrito de Elvira Arellano. Personalmente, le admiro a ella por su pasión y determinación, pero fue un error de Calderón recibirle en los Pinos.
Ayer, Calderón discursó sobre la migración. Trató de temas importantes como la interconexión social y económica entre México y Estados Unidos. Habló también de los derechos humanos. Todo bien para informar y para impulsar una política más justa.
El problema en el discurso fue lo siguiente:
Espero que Felipe Calderón no resulte ser para esas personas el presidente inconveniente.
Hace varios meses, el Presidente Felipe Calderón hablaba acerca de la responsabilidad de crear puestos de trabajo para los mexicanos. Consta en el objetivo 10 de su Plan Nacional de Desarrollo lo siguiente:
La mejor manera de prevenir la emigración por razones de desventaja económica, es la creación de oportunidades de progreso y bienestar para las personas y las familias en sus lugares de origen.
No cabe duda de que en México hace falta una economía más dinámica y más eficaz. Algunas medidas obvias, aunque no tan fáciles, son un recorte de la burocracia y una simplificación de los trámites para hacer negocio. Es una lástima que tantos mexicanos con talento tengan que buscar oportunidades en el extranjero que no encuentran aquí.
Calderón ha criticado la política migratoria de Estados Unidos. Y tiene razón: Estados Unidos sigue con un sistema anticuado que no se ha adaptado a las exigencias económicas y sociales. Además, el Congreso estadounidense fracasó en su intento de reformar las leyes migratorias. Surge dentro de Estados Unidos una tendencia discriminatoria contra los inmigrantes, tanto documentados como no documentados. Hay que cambiar eso.
En Estados Unidos existen algunas propuestas no tan globales que podrían favorecer a indocumentados que son estudiantes o trabajadores en la agricultura. Hace falta una reforma global que respeta las aportaciones de todos los indocumentados. Sin embargo, el no poder hacer el paso gigante en este tema no debería impedir unos pasos más pequeños. En la política, los cambios suelen ser lentos, hasta glaciales.
Calderón parece un político capaz. Tiene la experiencia de haber dirigido un partido y de haber sido congresista. No obstante, algunas de sus declaraciones demuestran torpeza. Ya he escrito de Elvira Arellano. Personalmente, le admiro a ella por su pasión y determinación, pero fue un error de Calderón recibirle en los Pinos.
Ayer, Calderón discursó sobre la migración. Trató de temas importantes como la interconexión social y económica entre México y Estados Unidos. Habló también de los derechos humanos. Todo bien para informar y para impulsar una política más justa.
El problema en el discurso fue lo siguiente:
La nuestra es gente que sólo busca un mejor porvenir para su familia y lo busca, precisamente, aportando su fuerza de trabajo a la prosperidad de una economía que no es la de su tierra, pero que paradójicamente alguna vez lo fue [énfasis dado].No son falsas las palabras, pero sí pondrán al rojo vivo la gente opuesta a los inmigrantes en Estados Unidos. Eso hará más difícil el trabajo de muchos que creían que Calderón era un aliado para una reforma justa del sistema migratorio.
Espero que Felipe Calderón no resulte ser para esas personas el presidente inconveniente.
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viernes, 21 de septiembre de 2007
Migración: Palabras inciertas del Presidente Calderón
Hoy día los líderes se destacan no por sus programas o sus ideas sino por su habilidad de decir lo que complazca a la gente. Se elijen a los líderes en base a la popularidad. Sin embargo, cuando se acaban las fiestas y el champán, les toca a los elegidos la responsabilidad de dirigir, de gobernar.
Además del poder, le tocó al Presidente Felipe Calderón el reto de demostrar un liderazgo de sabiduría. Desafortunadamente en el tema de la migración de mexicanos a Estados Unidos, Calderón se ha equivocado.
La equivocación de Calderón consiste en haberse prestado a los intereses particulares de Elvira Arellano, cuya historia de tener un niño estadounidense y refugiarse en una iglesia de Chicago se ha difundido mucho. La historia puede tocar la fibra sensible de todos, pero uno debe tener en cuenta que Arellano entró a Estados Unidos dos veces sin documentos, la segunda vez en desobediencia total a una orden de deportación. Además, hay millones de mexicanos en situaciones parecidas. No sería aconsejable dar un trato especial a Arellano sin una reforma de las leyes que ayudaría a todos.
El problema con los comentarios de Calderón es sirven a la derecha estadounidense que aboga por usar una mano dura contra los inmigrantes. No obstante, hasta este incidente, la retórica de Calderón ha sido buena con respecto al tema migratorio. En enfatizar la importancia del desarrollo económico, Calderón reconoce la necesidad de crear oportunidades para mexicanos en México.
Calderón debería seguir con esa retórica bien ajustada a la realidad económica y los principios que favorecerán una reforma migratoria beneficiosa tanto para Estados Unidos como para México. Ese camino sabio sacrifica el apoyo inmediato y aplausos efímeros por una gloría duradera que surge de un trabajo bien hecho.
El tema de la migración es espinoso. Está claro que Estados Unidos tiene un sistema demasiado inflexible que se ha ido distanciándose de la realidad social y económica. Según un estudio de la oficina del presupuesto del congreso de Estados Unidos, en el año 2005, 1 de cada 7 trabajadores en Estados Unidos nació en el extranjero. Uno de cada 20 está indocumentado. Con el envejecimiento de la población estadounidense, se esperan números más altos en los años venideros.
Se estima que la economía necesita entre 400 mil y 500 mil obreros extranjeros cada año, pero la ley estadounidense solo autoriza 71 mil visados, 66 mil de los cuales visados temporales, para esos obreros. Para tener una frontera y una política inteligente, el gobierno de Estados Unidos tiene que reformar el sistema para que sea tan dinámico como la economía: específicamente, debería aumentar como mínimo 300 mil los visados disponibles cada año e implementar un mecanismo para ajustar el número de los visados disponibles a las necesidades de la economía.
El Presidente Bush ha reconocido que el gobierno estadounidense ha dado la vista gorda a la contratación de trabajadores indocumentados. Los congresistas lo saben. Los estadounidenses lo saben. En un estado apegado al derecho, hay que cambiar eso. El gobierno estadounidense debe implementar un sistema seguro y eficaz de verificar el estatus migratorio de los trabajadores. A la vez, tiene que aplicar estándares a las empresas para poder hacer cumplir las leyes. En Estados Unidos, muchas personas están frustradas por el incumplimiento con las leyes. Desafortunadamente, esto se manifiesta con una frecuencia preocupante en las actitudes hostiles a los inmigrantes.
Finalmente, Estados Unidos tiene que decidir que hacer con los 12 millones de indocumentados que residen en el país. Los indocumentados han infringido las leyes de Estados Unidos. Al mismo tiempo, la gran mayoría han aportado algo a la economía estadounidense y a sus comunidades. Parece que estos indocumentados merecen una multa por su conducta contra la ley. Sin embargo, merecen también un estatus migratorio a la par con su aportación.
En diciembre yo escribí en el periódico estadounidense "The Salt Lake Tribune" que un criterio que se podría aplicar para el Presidente Felipe Calderón es la migración de mexicanos hacia Estados Unidos. Si puede cambiar esa tendencia y gobernar para crear oportunidades para mexicanos en México, habrá conseguido el éxito como presidente.
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